¡Atención, padres y educadores! La Clínica Paz Holandesa está poniendo el foco en un tema crucial: la importancia de observar e identificar a tiempo los signos del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en la infancia. Detectarlo a tiempo no solo evita diagnósticos erróneos, sino que permite intervenir oportunamente y brindar un entorno que impulse el desarrollo personal, académico y emocional del niño.
El TDAH es una condición neurobiológica que se manifiesta en la niñez, afectando la atención, la hiperactividad y la impulsividad. Según la psicóloga de la Clínica Paz Holandesa, Paula Imata Echenique, detectarlo a tiempo es fundamental. Así se pueden implementar estrategias que ayuden al niño a alcanzar su máximo potencial y prevenir dificultades futuras en su vida diaria, tanto en el colegio como en sus relaciones sociales.
Aunque algunos indicios pueden aparecer desde los 4 años, las señales más claras de TDAH suelen hacerse evidentes entre los 6 y 7 años, justo cuando los pequeños inician la primaria. En esta etapa, el aumento de las exigencias académicas y sociales hace que padres y maestros noten con mayor claridad síntomas como la distracción, la dificultad para seguir instrucciones y esa inquietud constante que no para.
¿Cómo se manifiesta el TDAH? Las señales clave
Las señales de inatención pueden verse cuando el niño parece estar “en las nubes”, se distrae fácilmente, pierde el hilo de lo que hace, no presta atención a los detalles, tiene problemas para concentrarse en tareas largas o pierde objetos con frecuencia.
La hiperactividad, por su parte, se manifiesta con una energía que parece inagotable, la necesidad de moverse sin parar y hablar, hablar y hablar.
La impulsividad se observa en comportamientos como responder antes de que terminen de preguntar, interrumpir conversaciones, tener dificultad para esperar su turno o reaccionar de forma desmedida ante la frustración. Si bien es normal que los niños sean inquietos, la clave para diferenciar esto del TDAH está en la intensidad, frecuencia y el impacto que estos comportamientos tienen en su vida diaria.
Las niñas: el TDAH que a menudo pasa desapercibido
Es vital entender que el TDAH se presenta de manera diferente en niñas y niños. Esto a menudo retrasa su detección en el sexo femenino. Las niñas suelen manifestar los síntomas de forma más sutil: pueden desconectarse mentalmente en clase, demorarse en completar tareas o mostrar una mayor sensibilidad emocional. Lamentablemente, muchas veces desarrollan estrategias para disimular sus dificultades, lo que les genera un gran desgaste emocional.
La observación sistemática de padres y maestros es crucial para un diagnóstico oportuno. Estos adultos, que pasan la mayor parte del tiempo con el niño, son los primeros en notar las señales y pueden dar información valiosa para una evaluación clínica. Su colaboración activa facilita un diagnóstico más preciso y la implementación de un plan de intervención efectivo.
¿Qué pasa si el diagnóstico es tardío?
Un diagnóstico tardío o la falta de tratamiento pueden traer consecuencias serias: bajo rendimiento escolar, frustración constante, baja autoestima y problemas en las relaciones sociales. En la adolescencia, aumenta la vulnerabilidad a conductas de riesgo y a desarrollar trastornos emocionales como la ansiedad o la depresión.
Por eso, ante la sospecha de TDAH, es fundamental que padres y escuelas busquen una evaluación psicológica clínica. Un diagnóstico adecuado permitirá confirmar o descartar el trastorno, ofrecer psicoeducación y diseñar un plan de intervención que involucre tanto el hogar como el colegio. Así se evitan castigos innecesarios y se crea un entorno más comprensivo para el niño.
Creo en Dios sobre todas las cosas.
Orgulloso padre, arquitecto, diseñador y fotógrafo con una pasión por la tecnología y los deportes. En mis tiempos libres, disfruto cazando zombies mientras busco La Chispa Suprema.